domingo, marzo 20, 2011

Cuento: El inusual verano de Esteban (parte II)

Esta parte es infame.


II

Actualizaciones del blog de Esteban “No soy un tipo común”

15 de Enero

Me gusta tu cabello: como cae sobre tu espalda haciendo una curva serena, como brilla con los rayos del sol, como se desparrama en mis manos cuando lo sostengo. Me gusta tu sonrisa, tu piel serena y tus suaves manos. Amo tus ojos y sus pliegues, su curva, su color y su vivacidad.

17 de Enero

Es increíble lo que puede pasarte en un par de días: un día estás feliz, enamorado de “la chica más espectacular, maravillosa e inteligente del mundo”, entonces, claro está, amas al mundo, amas a la gente, amas a Lima (y eso es mucho); dos días después la vuelves a ver y te desengañas totalmente: lo que te parecían movimientos practicados con mucha delicadeza ahora son manoteos torpes, lo que antes eran frases inteligentes ahora sólo son comentarios estúpidos. ¿Qué habías estado viendo hasta ahora?, tus sentimientos te habían cegado, nublándote el raciocinio. Bienvenido al mundo real, querido amigo.

Quizás toda esa ilusión fue por esa sonrisa que te dirigió el otro día, sí, aquella que te daba esperanza, pero que ahora sabes fue un gesto de lástima (tú estás totalmente seguro de eso), o quizás no. Abre tus ojos, sabías que todo esto no era más que una tonta esperanza, pero la realidad duele: ella no es un ángel caído del cielo, ella no es la chica de tus sueños, ella no es la princesa por la que tienes que matar a un dragón, domar los siete mares y escapar de la muerte, ella es simplemente una chica como cualquier otra.

No obstante este rollo, la verdad es una sola: ella ni siquiera conoce tus verdaderos sentimientos, y ella no tiene por que adivinarlos; en realidad tú eres el culpable de tu sufrimiento y tus divagaciones, y que mejor manera de aplacarlas que escribiendo en un blog.


20 de Enero

Primero, estaba perdido en los ojos de esa chica, en su sonrisa y su cabello.

Segundo, luego me decepcionó un poco, recuerdo haber pensado que esa chica no era lo que parecía ser, ¿acaso no era tan dulce como creía?, y claro, imaginé todo lo que quise sobre ella.

Tercero, un día después de “abrir los ojos” volví a verla y… me pareció la chica más inteligente y linda del mundo, este cambió de impresión súbito sintetiza mi vida ¿no es eso deprimente?

Y sigo enamorado de ella, la sueño, no como bien y cuando me echo a dormir sigo pensando en ella.

03 de Febrero

Sin duda ahora estoy en una encrucijada: un día (durante esta semana, claro), como inspirado por una fuerza sobrenatural, sentí que no podía acallar lo que sentía por esa chica, entendí que la mejor manera de sentirme totalmente bien era expresándole todo lo que sentía por ella; y por un momento fui el hombre más decidido del mundo.

Pero luego me asaltaron los viejos temores y las dudas: nunca me le había declarado a una chica, ¡nunca! ¿Sería este el momento en que vencería mis temores?, ¿podría al fin tener el suficiente valor como para decirle: “me gustas mucho, ¿quieres estar conmigo?”.

Esta semana la vi todos los días: ella estaba ahí, tan radiante, fantástica, perspicaz y bella como siempre, tan amable conmigo pero a la vez mucho más distante de lo que yo ansiaba. Incluso tuve una oportunidad de decirle algo cuando estábamos los dos solos, en ese instante se dibujaron en mi mente miles de escenas utópicas; todas las frases que imaginé, todas las palabras reveladoras, todos los gestos se acumularon en mi cabeza y daban vueltas a una velocidad que parecería que iban a estallar.

Pero no me atreví, simplemente me despedí de ella y seguí mi camino.

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