lunes, octubre 08, 2012

Fragilidad del tiempo

-No, nunca -le respondí a la psicóloga cuando me preguntó si a lo largo del año me había sentido deprimido.  Pero... ¿estaba seguro? al menos no creo haber estado lo suficientemente triste como para notarlo; en todo caso, si de algo estaba seguro era de la apatía persistente en mi forma de ser, actuar y vivir, así soy yo, y nada puedo hacer, aquel chiquillo sentimental, medio irritable y temeroso que era desapareció con la mayoría de edad. Y ya no volvió...

A veces siento como un gran vacío en mi existencia, de un momento a otro me asaltan las dudas ¿he tomado decisiones equivocadas? ¿soy feliz? ¿en qué punto me he vuelto como soy? Y de nada ayudan aquellos pensamientos sobre regresar a la adolescencia que a veces me invaden: volver a estar en la secundaria, hacer las cosas de otra forma, disfrutar esos días de alegría y despreocupación. A veces siento que la vida no hace más que complicarse, pero ¡vamos!, es que ya soy un adulto.

Y de nada ayudó el hecho de que hoy leí "Barrio lejano" de Jiro Taniguchi, viaje al pasado, a los 14 años, los veranos, el colegio, el primer amor... ¿cómo lidian los más viejos con estos pensamientos, cómo se puede vivir con este remordimiento que atormenta a uno a diario? Supongo que algún día aprenderé cómo...  

Por cierto, "The Breakfast Club" es otro desencadenante de ese infinito deseo por desandar los pasos y reescribir mi futuro. No estoy dispuesto ni a que me encasillen ni a que me impongan destino y responsabilidades. Lo que haga a partir de este momento, será todo por decisión mía.